Fijar el día de la boda y disponer del tiempo necesario para planificarla a tu gusto es uno de los deseos más codiciados por toda pareja de novios. Lo cierto es que esta parte del cuento de hadas puede conllevar un desembolso económico de proporciones descomunales. Sin embargo, tomando decisiones con cierta tranquilidad y en consenso, siempre se podrá ahorrar en una boda.

Comienza eligiendo la temporada media o baja para este tipo de eventos. Es decir, el precio de tu boda no será el mismo si lo celebras en un recinto durante el verano, que en el mismo lugar si decides casarte en otoño, fuera de fechas de temporada alta. ¡Te sorprenderá cuánto puedes llegar a ahorrar!
El tiempo es fundamental. Procura organizarlo todo con mucha antelación, eso te permitirá disponer de más tiempo para comparar y encontrar lo mejor al mejor precio. Es un consejo básico para las bodas económicas.
Una vez decidida la fecha, llega el momento de ponerse manos a la obra con la lista de asistentes y sus correspondientes invitaciones. No hagas una locura e invita realmente a aquellas personas que deseas que estén presentes en un momento tan especial. Una lista de invitados reducida, puede ayudarte a abaratar considerablemente el precio de tu boda.
Si optas por la creatividad y te pones manos a la obra, también puedes decantarte por hacer a mano tus invitaciones. Pueden quedar preciosas y te ahorrarás un buen pico.
¿Realmente necesitas comprar los trajes de novios? Piensa que en realidad son vestidos que se lucen una sola vez y que significan un buen aporte económico. La opción de alquilar las prendas es mucho más barata y siempre encontrarás el vestido idóneo entre la cantidad de empresas que hoy en día se dedican al alquiler de este tipo de trajes de todas las gamas.
Otro aspecto importante para ahorrar en una boda es cambiar la lista de bodas por dinero. No tengas reparo en pedirle a tus invitados que, en lugar de un regalo, te ofrezcan su valor económico. Ese dinero te vendrá de maravilla para atenuar los gastos, incluso podría servirte para pagar la luna de miel.
En cuestión de flores, aunque la mayoría se decante por los ejemplares pequeños al ser más baratos, casi nadie tiene en cuenta que, debido a su tamaño, se precisa mucha cantidad con lo que se termina pagando más que si optas por las flores más grandes. Es más, si te atreves a ser original, siempre puedes optar por crear tu propio ramo o centros de mesa para conseguir que tu boda sea económica.
Hablando de bodas económicas, procura no liarte la manta a la cabeza y escoge realmente lo que necesitas. Utiliza la creatividad y la imaginación, en cuestiones como los regalos para los invitados. Recicla todo cuanto puedas y no olvides negociar.