Hacer disfraces caseros no tiene por qué resultar ni difícil ni caro, evidentemente tampoco tenemos por qué complicarnos la vida. Con un poco de imaginación y materiales al alcance de nuestra mano, podremos ser los reyes de la fiesta dando rienda suelta a nuestra creatividad y con el orgullo de saber que lo hemos hecho con nuestras propias manos.

Lo primero que debes pararte a pensar es en qué quieres convertirte. Contar con un disfraz original y divertido será más sencillo si tienes claro lo que deseas hacer. Una vez lo hayas decidido veremos cómo hacer un disfraz casero convincente y nos pondremos manos a la obra.

Te decíamos que la economía no tenía por qué ser un impedimento para lucir divertidos en la fiesta de disfraces. Por ello, el primer atuendo del que echamos mano es el de momia. Coge todos los rollos de papel higiénico de casa y empieza a envolverte. En seguida estarás listo y terroríficamente gracioso.

La loca de los gatos también es un disfraz que da muy buenos resultados. Colócate un vestido estrambótico de esos que tienes olvidados en el fondo del armario y pégale todos los gatos de peluche que encuentres. El toque final lo darán unos pelos tan despeinados como si hubieras metido los dedos en un enchufe.

¿Te gusta la fruta? ¿Qué tal si te conviertes en un racimo de uvas? Elige globos verdes o negros. Ínflalos y colócatelos cubriendo tu cuerpo en forma de triángulo. Pronto te habrás convertido en el racimo de uva más apetecible de la fiesta.

Jersey amarillo y plumero verde, bien tieso en la cabeza, y te convertirás en la piña más deliciosa gracias a tu disfraz casero y hecho a mano.

Para disfrazar a los más pequeños también lo tendrás muy fácil. Eso sí, permite que te ayuden y que decidan, para que estén más contentos a la hora de hacer sus disfraces caseros. Un casco de moto infantil, a ser posible blanco; un poco de gomaespuma y spray metálico, y ya tendrás todo lo necesario para convertir a tu hijo en un reputado astronauta.

¿Tu pequeño es un bebé? Pues aprovecha la ocasión para dar rienda suelta a tus habilidades con el ganchillo y conviértelo en cualquier animalito, gracias a pequeños tapetitos de crochet: una tortuga, una mariquita, una abejita…

Como ves, cómo hacer un disfraz casero es más fácil de lo que parece. Deja volar tu imaginación y conviértete en lo que más te apetezca de una manera barata y original. ¡A disfrutar de la fiesta!