Saber cómo se fija el tipo de interés resulta fundamental para comprender cómo funcionan los créditos y no cometer errores al contratar un préstamo. El tipo de interés no es otra cosa que el precio del dinero. Es decir, como con cualquier otra cosa que adquiramos, a la hora de pedir dinero prestado a una entidad financiera también tendremos que pagar una contraprestación a cambio.
H2Qué es el tipo de interés
El tipo de interés también es conocido como tasa de interés. Como ya hemos adelantado se trata del importe que hay que satisfacer por la utilización de una cuantía económica a lo largo de un periodo de tiempo determinado.
El valor de la tasa de interés se traduce en un porcentaje que hay que satisfacer. Se lleva a cabo en calidad de contraprestación por la utilización de un importe determinado de liquidez a través de una operación financiera.
El funcionamiento es el mismo que al que estamos acostumbrados cuando transaccionamos con bienes y servicios. Para proceder a su adquisición hay que pagar su precio. Con el dinero ocurre lo mismo.
El uso de créditos y préstamos conlleva un precio concreto. También los productos de inversión y ahorro. ¿Cómo se mide el tipo de interés? A través de un tanto por ciento que se calcula sobre una cantidad determinada denominada principal. Como norma general, es expresado en anualidades y porcentajes. Es el precio del dinero.
La determinación del tipo de interés depende del mercado en el que se actúe. En cualquier caso, existen unos agentes y cierta terminología que van ligados a esta acción.
Es el interventor monetario más importante de una zona. Posee la capacidad absoluta de decidir cuál será el tipo de interés al que las entidades financieras de su área se prestarán dinero entre ellas. En la Eurozona esta responsabilidad la ostenta el Banco Central Europeo.
Cuanto más largo sea el plazo de inversión mayor será el retorno. La razón es que si un inversor realiza una operación a largo plazo, durante todo ese tiempo no podrá hacer uso del dinero invertido.
Estos son los dos tipos de interés utilizados con más frecuencia. No obstante, existe también la posibilidad de realizar operaciones financieras con un tipo de interés mixto, que combina partes del principal con los dos tipos predominantes.
En cualquier caso, el interés fijo es el que se conoce desde el momento en que se contrata el producto. Será el mismo durante todo el tiempo de vigencia del contrato. La persona conoce cuánto va a costarle finalmente toda la operación y el valor de los plazos mensuales.
En cambio, con el tipo de interés variable el contratista tendrá que estar supeditado a cómo evoluciona el índice al que se ha adscrito el producto. En los créditos, por ejemplo, ese índice es el Euríbor. Las cuotas y el precio final será distinto en función de cómo evolucione el índice.
Ahora ya sabes más acerca de cómo se fija el tipo de interés. No olvides informarte sobre este importante dato a la hora de contratar cualquier producto financiero.
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