A menudo, con los préstamos en línea o en general con los préstamos de dinero, suelen barajarse dos términos: TIN y TAE. El problema es que muchos usuarios los emplean indistintamente, como si hicieran referencia a un mismo concepto. Algunos ni siquiera conocen su significado.

Cada uno de estos términos, básicos en el glosario de productos financieros, posee un significado bien diferenciado y que influye, de un modo muy distinto, a la hora de evaluar el precio que pagará el cliente por el disfrute del dinero solicitado.

¿Qué tener en cuenta al contratar préstamos en línea?

Un préstamo en línea es un préstamo personal que se contrata cómodamente a través de internet. Su forma de funcionar es relativamente simple. El producto te posibilita solicitar dinero prestado y, a cambio, aceptas dos condiciones: la devolución de la deuda en un plazo pactado y reintegrar la cantidad prestada y los intereses devengados.

A priori todo parece muy sencillo. Sin embargo, la cuestión se enreda durante la contratación. Mientras realizas tu búsqueda para comparar qué entidad te ofrece las mejores condiciones, empiezas a lidiar con conceptos con los que no estás familiarizado: comisiones de apertura, de estudio, gastos de gestión, plazo de amortización y, por supuesto, los famosos TIN y TAE.

Todo el mundo ha oído hablar de estos dos últimos términos pero, a pesar de su importancia, pocos usuarios sabrían explicar qué significan y cuál es su función. A pesar de ello, estos dos acrónimos resultan vitales a la hora de calcular cuánto acabarás pagando por los préstamos personales.

¿Qué son el TIN y el TAE?

El TIN es el Tipo de Interés Nominal y el TAE se corresponde con la Tasa Anual Equivalente. Se traducen en dos porcentajes que se aplican cuando se contratan productos como los préstamos en línea y fijan el pago de una cantidad por disfrutar del dinero prestado. El establecimiento de ambos conceptos dependen del Banco de España.

• Porcentaje fijo que la entidad financiera te cobra por prestarte el dinero. Hace referencia únicamente al interés que te aplicará por concederte alguno de sus préstamos de dinero.
• Agrupa todos los costes que conlleva el préstamo. Incluye los intereses (TIN), las comisiones, los gastos de apertura, los costes de gestión, productos asociados y cualquier otra cantidad que vaya coligada al producto financiero.

Diferencias entre TIN y TAE

Una de las principales diferencias entre ambos conceptos es que el TIN solo vale para saber el tipo de interés que vas a pagar por tu crédito. No incluye comisiones y otros gastos que afectarán al pago final.

Como decíamos, la TAE agrupa todos los costes y, por tanto, podría parecer el mejor baremo para comparar entre distintos préstamos de dinero. Su cálculo se realiza a través de una fórmula matemática y conlleva cierta complicación. No obstante, el Banco de España pone a disposición de los usuarios un simulador para calcularla.

Por último, y pesar de todo cuanto hemos destacado sobre ambos términos, lo cierto es que en el caso de los minicréditos resulta más útil contemplar el TIN. La razón es muy sencilla. Al tratarse de cantidades pequeñas que se devuelven en meses, semanas, incluso días, la TAE no ejerce una incidencia relevante sobre el precio final de estos préstamos en línea.