Todos los días operamos con estos dos vocablos, TAE y TIN, que podrían significar cualquier cosa, incluso el patronímico de una pareja de cómicos. No obstante, desconocer lo que quieren decir estos conceptos y qué incidencia tienen sobre nuestras cuentas, podría acarrearnos un buen disgusto.

Lo mejor que podemos hacer es realizar una pequeña definición de cada uno de nuestros dos protagonistas. Ellos son esenciales a la hora de, por ejemplo, pedir alguno de los préstamos online que existen en la actualidad. Saber cómo funcionan nos permitirá poder manejar mejor nuestra economía y operar con mayor seguridad.

Ante todo hemos de decir que, en ambos casos, estamos hablando de intereses. ¿Resulta interesante, verdad? Y tanto. De ellos dos va a depender cuánto paguemos de interés por nuestro préstamo rápido, así que atentos.

Qué es el TIN

TIN son las siglas de Tipo de Interés Nominal. Es uno de los vocablos que más se usan a la hora de pedir un primer préstamo, por ejemplo. Pero lo vas a encontrar en todos los productos financieros, desde las hipotecas hasta las tarjetas que usas para financiar un televisor o una batidora.

En realidad es el tipo de interés que nos va a cobrar el banco o entidad financiera por prestarnos dinero. Este es un concepto muy interesante que, además, debemos tener muy claro y mirar con lupa a la hora de pedir un préstamo online, un préstamo rápido, un minipréstamo, un crédito al consumo…

Debes fijarte bien si el TIN que te aplican es por día, mes o año. No es lo mismo pagar un 2% de interés diario, que un 2% de interés al año. En cualquiera de los casos, lo mejor es que solicites que te faciliten la información sobre el TIN que vas a pagar anualmente; así, sea como sea la manera en que te cobren, siempre sabrás cuánto pagas de interés cada anualidad.

Qué es el TAE

El TAE es un dato fundamental para saber exactamente todo cuanto pagas porque te hayan concedido un préstamo de cualquier tipo. El TAE es la Tasa Anual Equivalente y es la manera más fácil que tienes para comparar créditos y saber cuál es el que más te conviene.

Sabrás lo que pagarás al año por tu crédito, incluyendo el TIN, las comisiones, los gastos de estudio, el interés compuesto y, en definitiva, todo cuanto lleve adosado la concesión del préstamo.

Un consejo, fíjate bien, cuando vayas a comparar dos créditos, que el TAE está calculado para el mismo periodo de tiempo; si no las cuentas no te servirán para nada.