BIENES DE CAPITAL

Los individuos, las organizaciones y los gobiernos utilizan los bienes de capital en la producción de otros bienes. Los bienes de capital son aquellos bienes que no se producen para el consumo final, sino que son objetos que se utilizan para producir otros bienes y servicios. Por lo general, este tipo de bienes suelen ser equipos pesados (tales como maquinaria pesada, excavadoras, carretillas elevadoras, generadores, o vehículos) que (a diferencia de los bienes de consumo) requieren una inversión relativamente importante ya que se van a emplear durante varios años y requieren -a su vez- de un aprovisionamiento de dinero para en un momento dado cambiarlos (amortización). También son llamados bienes de producción.

La capacidad de producción de una economía de bienes de capital y poder acumularlos es una señal para medir el desarrollo económico de un país, ya que una acumulación de bienes de capital permite una mayor capacidad productiva de ese país. Dentro de los bienes de capital un papel importante lo tienen los bienes de equipo. Los bienes de equipo son claves de la acumulación de capital que en un sistema capitalista permite la producción de bienes, es decir, del proceso por el cual las empresas invierten sus ahorros o beneficios en contar con los medios adecuados para desarrollar sus actividades. Este tipo de bienes pertenecería a lo que comúnmente se denomina como “capital físico”, que a su vez se distingue del humano y entre ambos ponen en marcha el proceso de acumulación de capital.