Un Bono Hipotecario es un bono respaldados por el volumen de los préstamos hipotecarios que tiene otorgados la entidad que emite este tipo de títulos. Por lo general, las entidades emisoras de Bonos Hipotecarios son bancos, cajas de ahorros, cooperativas de crédito, entidades de financiación, sociedades de crédito hipotecario y fondos hipotecarios. Los Bonos Hipotecarios son bonos que abonan los intereses correspondientes o procedentes de las cuotas ingresadas por los prestatarios de los préstamos hipotecarios. De esta forma, los intereses o las rentas de los títulos aparecen ligados a las características de los préstamos hipotecarios y éstos sirven como garantía para el pago periódico de intereses y la amortización del principal de cada título.
Los Bonos Hipotecarios se suelen confundir con las Cédulas Hipotecarias, si bien son títulos muy similares, guardan leves diferencias. Las Cédulas Hipotecarias son títulos respaldados de modo general por la totalidad de la cartera de préstamos hipotecarios concedidos por la entidad emisora, mientras que los Bonos Hipotecarios están garantizados por un conjunto específico de préstamos hipotecarios que quedan directamente afectos al pago del capital y de los intereses de estos bonos. Por otra parte, en el caso de los bonos, al ser emitidos por un sindicato bancario o grupo de bancos, se requiere la autorización de este para operar con los Bonos Hipotecarios o amortizar el crédito garantizado con estos títulos; en cambio, en el caso de las cédulas hipotecarias el emisor puede operar independientemente. El adquirir un Bono Hipotecario no obliga al tenedor a tener este título hasta el final, si así lo quiere estos valores negociables cuenta con mercados secundarios de amplio volumen de negociación donde pueden venderse antes de su vencimiento.
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