Dentro de los distintos tipos de créditos que se conceden a estudiantes hay una tipología de créditos cuya cuantía se establece en base al esfuerzo que se le va a exigir al estudiante para sacar su carrera. Lógicamente cuanto mayor sea el esfuerzo requerido, mayor será el valor y la cuantía de dichos estudios y mayor el importe a prestar y la forma en que se mide el esfuerzo a llevar a cabo es mediante el sistema de créditos ECTS que se establece en Europa y del que toman nombre estos créditos. En los actuales títulos de Grado un crédito ECTS equivale a 10 horas de clase. Los títulos de Grado del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) tienen una carga lectiva de 240 créditos ECTS, 60 créditos por curso académico y una duración de cuatro años, salvo algunas excepciones como son los grados de medicina, odontología, farmacia, veterinaria y fundamentos de arquitectura que tendrán mayor duración. En el caso de los masters los créditos ECTS son entre 60 y 120 en función de si este dura uno o dos años.
Este tipo de créditos, al ser créditos a estudiantes suelen prestarse en condiciones mucho más ventajosas que las que tienen los créditos tradicionales, no solo en cuanto a los tipos de interés aplicados, sino también en el periodo de devolución de dicho préstamo. En otro tipo de condiciones también los créditos ECTS, como créditos estudiantes presentan ventajas mayores que la de los otros tipos de créditos.
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