DEPÓSITO

Los depósitos son un tipo de productos bancarios en los que se deja depositada una cierta cantidad de dinero durante un periodo de tiempo para que el banco proceda a la prestación de un determinado servicio o a la remuneración de un tipo de interés previamente pactado. Los dos tipos de depósitos más comunes que hay son los depósitos a la vista (también llamados cuentas corrientes) y los depósitos a plazo. En los depósitos a la vista, una persona deja depositada cierta cantidad de dinero para que el banco pueda realizar servicio de caja con ella, es decir, recibir en ella los ingresos pertinentes (nómina, pensión o prestación) y realizar los pagos pertinentes (recibos domiciliados, cuotas de préstamos, transferencias) que el titular de la cuenta ordene. A su vez, el titular de la cuenta tiene potestad de ingresar o retirar el dinero que tenga metido en el depósito sin restricción alguna.

El otro tipo de depósitos más comunes son los depósitos a plazo. En este tipo de instrumentos, el cliente bancario deposita cierta cantidad de dinero pero no se le ofrece servicio alguno de caja ni tiene acceso libre a incrementar o retirar el dinero depositado. Simplemente en un plazo de tiempo establecido se le devolverá al cliente todo el dinero que depósito, más una cantidad adicional en concepto de intereses que el cliente conoce de antemano.