El Equilibrio Financiero en una empresa se da cuando contablemente aparece reflejado en el balance de situación que dicha empresa esta capacitada tanto para hacer frente sin problemas a pagos urgentes como a sus deudas contraídas frente a terceros, siendo por tanto una empresa con liquidez y solvencia. Para que estas dos condiciones se puedan cumplir han de cumplirse tres requisitos.
El primero que el Activo Fijo (todos los bienes que tiene la empresa que forman parte de su estructura productiva y se mantienen durante varios ejercicios) esté financiado por sus recursos permanentes (patrimonio neto más exigible a largo plazo). El segundo, que su Activo Corriente (conjunto de bienes de la empresa que son susceptibles de ser convertidos en dinero a corto plazo y con facilidad) sea mayor que su Exigible a corto plazo (conjunto de deudas y pagos que la empresa debe de pagar antes de un año). Finalmente el tercero, es que el exigible a corto plazo sea igual a la suma del Realizable (derechos de cobro a clientes por ventas realizadas o servicios prestados) más el Disponible (el dinero que dispone la empresa en efectivo y en cuentas corrientes). Toda empresa que reúna en su balance de situación estos tres requisitos, tiene la posibilidad de cumplir con la liquidez de sus activos a la exigibilidad de sus deudas.
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