Una factura es un documento de carácter mercantil que indica una compraventa de un bien o servicio y que, entre otras cosas, debe incluir toda la información de la operación. Podemos decir que es una acreditación de una transferencia de un producto o servicio tras la compra de este. De esta forma, una factura sirve para demostrar la entrega de un producto o servicio tras su compra a modo de justificante. Para que una factura esté correctamente hecha debe incorporar al menos los siguientes elementos: datos del comprador y datos del vendedor, datos del producto o datos del servicios, información del producto (el código, la unidad, las piezas adquiridas), los impuestos a los que se somete el producto o servicio, (por ejemplo el IVA y/o IRPF), el tiempo disponible para su devolución, los descuentos que pueda tener el producto o servicio y las bonificaciones.
La utilidad de la factura radica en dejar plasmado en un documento el desempeño de una actividad, lo cual es de utilidad a la hora del pago de impuestos o bien ante el no pago de un cliente por un servicio prestado poder justificar ante tribunales la realización del servicio sobre el cual se reclama el pago. Las condiciones de una factura están reguladas por la normativa española (Real Decreto 1619/2012,2 de 30 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento por el que se regulan las obligaciones de facturación) y de la Unión Europea (reglamento 2454/93). La normativa actual en España está contenida en el Real Decreto 1619/2012, de 30 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento por el que se regulan las obligaciones de facturación.
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