Los ingresos extraordinarios son todas aquellas entradas de dinero que percibe una empresa o persona que se producen por acontecimientos especiales y de forma ocasional durante un periodo de tiempo. Son ingresos que se producen al margen del desempeño de la actividad profesional de la persona o del negocio al que se dedica una empresa. Por ejemplo, una empresa que se dedica la fabricación y venta de coches pero vende unos edificios que no está usando obtendrá unos ingresos extraordinarios fruto de esa venta que no está vinculada a su actividad principal. Un trabajador de esa fábrica a quien le toque la lotería también percibiría un ingreso extraordinario pues es un ingreso puntual que percibe al margen de los ingresos ordinarios que obtiene mediante su salario. Así pues, la principal diferencia entre ingresos ordinarios y extraordinarios es que los últimos se producen de forma ocasional y no repetitiva y no tienen nada que ver con la actividad principal que realiza quien los percibe.
Los ingresos extraordinarios empresarialmente se pueden contabilizar dentro de alguna de estas tres cuentas: beneficios procedentes del inmovilizado material, beneficios procedentes del inmovilizado inmaterial, e ingresos extraordinarios.
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