En economía los términos bruto y neto se asocian a las mismas magnitudes económicas. En el caso del término neto, este se refiere a la cantidad final que queda de una magnitud tras aplicarle los descuentos pertinentes. Los descuentos pueden variar en función del tipo de magnitud que se esté analizando. Por ejemplo en la Contabilidad Nacional para pasar una magnitud a neto hay que descontarle el consumo de capital fijo (por ejemplo el Producto Interior Neto es igual al Producto Interior Bruto menos el consumo de capital fijo). En el caso de los salarios, lo que se descuenta son el Impuesto sobre la renta y las cotizaciones sociales (salario neto es igual a salario bruto menos IRPF y cotizaciones sociales). En el caso de los beneficios empresariales el beneficio neto es el EBITDA al descontarle los intereses, impuestos amortizaciones y depreciaciones.
Las magnitudes expresadas en términos netos son aquellas que nos permiten calibrar la cuantía que realmente disfruta quien desempeña una actividad económica con independencia de su valor total. El caso más claro es el del salario que percibe un trabajador. Aunque por el desempeño de su actividad su remuneración total sea mayor, el descuento que se aplica vía impuestos y cotizaciones sociales hace que la cantidad que se le ingrese en la nómina sea inferior.
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