Los préstamos son operaciones financieras que se basan en una prestación única y una contraprestación múltiple. La prestación única es resultado de que el prestamista le entrega al prestatario de una vez una determinada suma de dinero y el prestatario se compromete a ir devolviendo dicho capital más los intereses, mediante el sistema de amortización que se acuerde (por lo general es el sistema francés, salvo que se señale lo contrario). Todo préstamo se compone de varios componentes, el primero es el nominal del préstamo o principal que el dinero que el prestamista entrega al prestatario. El otro es la cuota a pagar que es el dinero que periódicamente el prestatario va a ir devolviendo al prestamista para pagarle el capital prestado más los intereses. Finalmente quedan el capital vivo del periodo o el capital amortizado hasta el periodo que es el capital vivo que aún le queda pendiente al deudor por pagar al acreedor. Existen varias tipologías de préstamos, la principal es por la tipología de garantía que se exige para conceder dichos préstamos. Así pues existen los préstamos de garantía personal cuya devolución del préstamo se garantiza con la riqueza presente o futura que pueda tener el deudor y los prestamos de garantía real, cuya garantía es un bien o activo que pasará a manos del acreedor si el deudor no cumple con el préstamo.
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