PRÓRROGA

La prórroga en términos económicos hace referencia a un periodo de prolongación que un acreedor concede a un deudor para que este cumpla con sus obligaciones de pago. La prórroga se convierte, por tanto, en un elemento imprescindible en toda aquella negociación de refinanciación, ya que por lo general un aumento del periodo de pago va aparejado de un incremento de los intereses totales a abonar por parte del deudor. Si bien la prórroga se suele utilizar en el caso de las deudas, esta también se da en el ámbito de los pagos tributarios. Por ejemplo ante circunstancias especiales, se puede dar una postergación de la fecha límite para cumplir con una obligación tributaria o pago de impuestos.

Cuando en le renegociación del pago de una deuda se solicita una prórroga es normal que el acreedor solicite al deudor una cuadro de sus ingresos y gastos para poder reajustar el periodo de cumplimiento de sus obligaciones financieras. La idea de esa renegociación y de la implantación de la prórroga es que el deudor sea capaz de satisfacer la deuda si dispone de más tiempo, y que el acreedor reciba una compensación adicional por demorar el tiempo de cobro de su préstamo. Vemos, por tanto que las prórrogas son elementos bastante útiles para que se pueda dar una renegociación voluntaria entre las partes de las condiciones de pago de una obligación financiera. Si esta renegociación voluntaria no se da, entonces la prórroga puede venir impuesta por un tribunal si se produce un concurso de acreedores.