Dentro de los mercados financieros por renta variable se conocen a todos aquellos activos que una vez son adquiridos el rendimiento futuro que darán no se puede prever de antemano. El motivo de esto es que el precio de estos activos financieros cotiza constantemente en los mercados bursátiles dependiendo, por tanto, la rentabilidad que se obtenga en su inversión mediante la diferencia entre el precio al que se vendió y el precio al que se compró. Si se vende a un precio más alto al que se compro obtendremos ganancias, pero si sucede el caso contrario afrontaremos pérdidas. Los activos más representativos de la renta variable son las acciones de empresas. Las cuales una parte de su rentabilidad la aportan los dividendos pero el grueso depende de sus oscilaciones en los mercados bursátiles.
La evolución de losa activos que componen la renta variable depende de muchos factores. Por un lado la marcha de la economía en su conjunto favorece la subida de todas las acciones. El comportamiento que tenga la propia empresa que emite las acciones y otras empresas de su mismo sector son otro de los catalizadores de que las acciones de una empresa se revaloricen o se deprecien en los mercados financieros. A su vez, el estado de euforia o de pánico en los que se encuentren los mercados financieros son otros de los factores coyunturales que influyen en la cotización de una empresa.
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