Un vencimiento es aquella fecha en que concluye un plazo estipulado por dos o más partes en el que estas deben cumplir con sus obligaciones contractuales. En la mayoría de los casos, el vencimiento implica algún tipo de pago o liquidación económica o financiera. Un ejemplo claro de vencimiento es en el caso de los Bonos del Tesoro. Este tipo de activos además de devolver el capital inicial al final del periodo, van remunerando ciertas cantidades de dinero cada año que son el cupón del bono. Cada uno de los respectivos pagos que se han de atender durante el periodo de tiempo que tiene de vida el bono, es un vencimiento de este. Otro ejemplo de tipo de vencimiento sería un contrato de alquiler, en el que cuando se establecen las condiciones del contrato se fija una fecha para límite a partir de la cual el contrato se puede renovar o no bajo las mismas condiciones o bien introducir algún cambio en ellas.
Si un vencimiento no se respeta, en el caso de activos de deudas se estaría produciendo un pago atrasado y una insolvencia, con las consecuencias que eso acarrea. Si hablamos de un vencimiento contractual, su incumplimiento supone que el comprador o parte contractual puede sufrir multas o puniciones e incluso penas legales. Todo esto se determina de antemano en el contrato entre las partes interesadas. En ocasión de que aquel obligado no pueda cubrir el monto requerido, se podrían embargársele hasta sus bienes, para satisfacer la deuda.
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