VIDA RESIDUAL

En contabilidad, la vida residual de un activo se calcula una vez ha terminado la vida útil inicialmente estimada para ese bien, pero que aún podría seguir funcionando. Este concepto en términos contables va intrínsecamente ligado al de valor residual para poder ver cómo se interrelacionan ambos conceptos y dejar claro su significado lo veremos con un ejemplo. Vamos a suponer que una empresa industrial compra una determinada maquinaria para su cadena de montaje por valor de 500.000 euros. La empresa, al comprar esa maquinaria, conoce que el periodo medio de vida de dicha maquinara son 10 años, ya que a partir de la década es frecuente que la maquinaria sufra una serie de desgastes que necesiten que sea cambiada por otra. Con todos esos datos, la empresa establece un determinado plan de amortización sobre esa maquinaria en el que en cada año deja aparte 50.000 euros, para que así a los 10 años tenga un colchón de 500.000 euros, que fue lo que le costó adquirir esa maquinaria al principio para emplearlos en sustituir esa maquinaria por otra.

Supongamos que pasan los 10 años y al finalizar la vida útil la maquinaria obviamente no está como el primer día pero podría seguir funcionando, es entonces cuando se calcula su vida residual como una estimación del número de años que esta maquinaria en base a su estado actual podría seguir funcionando. La vida residual esta por tanto íntimamente ligada al valor residual de esta maquinaria que no es otra cosa que la estimación de por cuanto se podría vender esta maquinaria actualmente en su estado en el mercado. Entonces, en este tipo de situaciones lo común es que la maquinaria se venda y, con el dinero que se consiga con su venta, unirlo al dinero puesto en la amortización para cambiar la maquinaria por otra más nueva y eficiente.