ZONA FRANCA

Una zona franca es un territorio que cuenta con una serie de ventajas de tipo legislativo y económico para promover el desarrollo de actividades de comercio exterior y atraer la inversión extranjera en sus territorios. Al lograr esos objetivos lo que se pretende es mejorar el nivel económico del país, reducir tasas de paro, atraer moneda extranjera y aceptar la implantación de nuevos modelos industriales, productivos y tecnológicos en el territorio. Para crear una zona franca es preciso contar con una serie de elementos. El primero se trata de ventajas impositivas, como reducción de impuestos para empresas que operen en el territorio, o exención total de tributos durante un tiempo determinado. Es necesario también que haya un alto nivel de infraestructuras, que posibiliten la conexión de transportes y movilidad de mercancías por medio de puertos marítimos, aéreos y de forma terrestre a la vez que se facilita el almacenaje y la conservación de los productos. Otro requisito imprescindible es reducir barreras a la importación y exportación. Esto es la disminución por ejemplo de aduanas que facilite la circulación de bienes. Los ejemplos más claros de zonas francas son puntos geográficos estratégicos, como puede ser el caso de Singapur que son puntos clave en la geografía mundial para la atracción de un mayor número de empresas e inversores.